Amanda Betzabé Ruano de León, nacida un 2 de septiembre de 1997 y a quien su carrera como Ingeniera la llevó a tierras españolas, nos cuenta un poco de su nueva vida siendo legionaria en el mundo del futsal.
Actualmente juega de ala en el equipo El Valle de Madrid, España de 1ra Regional aunque previamente en Guatemala destacó en varios equipos
En 2012 ya estuvo en Selección Nacional sub-17 aunque en esta ocasión fue en fútbol 11. Luego, ya en futbol sala, de 2012 a 2015 estuvo en Champions CFS en donde consiguió varios títutlos y en Cremas Futsal. En 2015 compitió con Selección Nacional en el Mundial de Futsal celebrado en tierras chapinas. En 2021 y 2022 estuvo en el equipo Ikaros y en Selección Nacional de Futbol 7 para por último, en 2023-2024 participar con el equipo de Alianza.
¿Qué fue lo que te llevó a España y cómo surgió la oportunidad de jugar en el extranjero?
Soy ingeniera en sistemas, y en Guatemala realicé una primera maestría en informática con énfasis en banca electrónica. Siempre tuve el sueño de estudiar y vivir fuera de Guatemala, así que decidí venir a España para tomar una segunda maestría en administración (MBA) y expandir mis conocimientos.
¿Qué obstáculos has encontrado al practicar un deporte que, erróneamente, se considera "para hombres"?
Desde que empecé a jugar futsal de pequeña, uno de los mayores obstáculos fue la falta apoyo comenzando con que no existían entrenamientos específicos para mujeres. Como muchas, tuve que comenzar entrenando y jugando con chicos. A pesar de esto, eso me ayudó a desarrollar mi carácter, mentalidad y habilidades.
¿Qué desafíos has enfrentado al adaptarte a una nueva cultura?
La comida, sin duda, ha sido una de las principales diferencias y de lo que más extraño. También la comunicación, aquí suelen ser más directos al momento de hablar. Sin embargo, algo que valoro mucho es el respeto que existe dentro del equipo. No ves a nadie gritándose, ni dentro ni fuera del campo. Si alguien comete un error, el equipo hace el esfuerzo por resolver y se habla después, pero nunca se grita ni se pelea. Por último, el clima también ha sido un gran cambio; aquí las estaciones son muy marcadas, el frío llega a -4° y el calor supera los 40°. Aprendí a valorar el clima de Guatemala.
¿Qué diferencias has notado entre el futsal guatemalteco y el español?
La diferencia es enorme. Lo primero que destaca es la mentalidad de compañerismo y sacrificio dentro del campo. Aquí se priorizan el esfuerzo, el compromiso y la confianza en los demás, y eso se refleja adentro de la cancha. Además, en España, el proceso de formación en futsal comienza desde edades muy tempranas, y eso ayuda a construir una base sólida en el futsal. Las selecciones se mantienen en formación, tienen fogueos constantes y dan la continuidad a los procesos para notar y mantener resultados.
¿Qué habilidades has mejorado desde que empezaste a jugar en España?
Siento que mi ofensiva y mi disparo han mejorado mucho. Aquí me animan a encarar, a controlar el balón, a avanzar y a rematar a puerta. Al ser más bajita que la mayoría, he tenido que adaptarme y mejorar mi control y regate, haciéndolos más largos y rápidos. Además, todas aquí tienen un buen disparo, así que me he esforzado en patear aún mejor con ambas piernas por las necesidades del juego.
¿Ha sido difícil mantener la conexión con tu familia y amigos a la distancia?
Sí, ha sido complicado, sobre todo por la diferencia horaria de 7 a 8 horas más que en Guatemala. Cuando ya llevo la mitad de mi día aquí, allá apenas se están despertando.
¿Cuáles son tus metas para el futuro, tanto a nivel personal como profesional, ahora que has tenido esta experiencia en el futsal internacional?
A nivel personal, me encantaría quedarme en España. Amo viajar y quiero conocer tantos países como sea posible. También pienso con estudiar otra maestría o un doctorado y, en algún momento, abrir mi propia empresa. En cuanto al futsal, mi objetivo es destacar aquí y llegar a jugar en la liga nacional. Una meta personal sería jugar junto a Amandinha, a quien conocí en el mundial femenino en Guatemala en 2015. Sería increíble compartir equipo con ella aquí en Madrid.
¿Sueñas con volver a representar a Guatemala ya sea en las próximas competiciones o en un futuro no muy lejano?
Definitivamente quisiera volver a representar a mi país, tal como lo hice en el pasado. Ahora, con mayor experiencia y aprendizaje, mi objetivo aportar al máximo si soy convocada.
¿Qué consejo le darías a otras futsalistas, especialmente a las mujeres, que sueñan con jugar en el extranjero, pero que quizás sienten miedo o dudas?
Les diría que recuerden: "Si no lo intentas, es posible que nunca vivas la vida con la que has soñado". Si decides intentarlo y no te gusta, siempre puedes volver a donde estabas. Pero si no te atreves, nunca sabrás qué hay más allá. También "¿Qué harías si no tuvieras miedo?" Si no tuvieras miedo y estarías haciendo algo diferente a lo que haces ahora, tal vez sea momento de dar ese paso y descubrir todo lo que puedes lograr.
Verjean Rece
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